domingo, 17 de abril de 2011

El capitalismo y la maldición de la eficiencia energética

Por John Bellamy Foster, Brett Clark y Richard York.- La maldición de la eficiencia energética, mejor conocida como la Paradoja de Jevons -la idea de que una mayor eficiencia energética (como en la utilización de materia-recursos) no conduce a la conservación sino a una utilización mayor- fue formulada por primera vez por William Stanley Jevons en el siglo diecinueve. Aunque olvidada durante la mayor parte del siglo veinte, la paradoja de Jevons ha sido redescubierta en décadas recientes y se ubica en el centro de la disputa ambiental actual. 

El siglo diecinueve fue el siglo del carbón. Fue el carbón por sobre cualquier otra cosa lo que impulsó a la industria británica, y en consecuencia, al Imperio Británico. Pero, en 1863, en el mensaje presidencial dirigido a la Asociación Británica para el Fomento de la Ciencia, el industrial Sir William George Armstrong, planteó si la supremacía mundial británica en la producción industrial podía ser amenazada en el largo plazo por el agotamiento de las reservas inmediatamente disponibles de carbón.[1] En aquel entonces, no se había llevado adelante ningún estudio respecto del consumo de carbón y su impacto en el crecimiento industrial (Leer completo en Observatorio Petrolero Sur)

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