Un dato sintomático de la (bajísima) calidad de (casi toda) la dirigencia política de la Argentina es el hecho de que quien a su manera nos insta a debatir sobre el modelo" económico imperante en este país sea una revista humorística, Barcelona. Esto confirma, una vez más, que el humor político suele ser infinitamente más "serio" e importante que los alambicados discursos de políticos, funcionarios, académicos e intelectuales que casi invariablemente esquivan el bulto y se abstienen de analizar eso que Maquiavelo con gran acierto denominaba "la verdad efectiva de las cosas".(Leer completo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario