Durante sus
primeros tres años de mandato, Obama descuidó los problemas de los
trabajadores norteamericanos, no por mezquindad de espíritu sino porque
estaba mal aconsejado. Su equipo económico lo dirigía gente centrada
en la banca y las finanzas, sobre todo Timothy Geithner y Lawrence
Summers; estos consejeros han creído que recuperar la buena fortuna de
Wall Street consituía la clave de la creación de empleo…en última
instancia. La ministra de Trabajo, Hilda Solís, es una excelente
funcionaria, pero ha tenido escasa capacidad de influir. Recientemente
Obama ha incorporado a gente más experimentada en asuntos laborales,
pero tienen que vérselas con males profundamente enraizados en el mundo
del empleo. (Leer completo)
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